Ondas de choque

El sistema músculo-esquelético (huesos, músculos, ligamentos) responde directamente  a estímulos físicos. Estos estímulos inducen una remodelación del tejido humano. Conocemos esto, por ejemplo si trabajamos mucho con las manos, ya que crece la callosidad de la mano. Por el contrario si estamos encamados, nuestra densidad del hueso baja muy rápido. Tal y como la densidad del hueso y la fuerza muscular de un astronauta baja porque no tiene gravedad y estimulo físico en su sistema músculo-esquelético.

La terapia de ondas de choque usa ondas acústicas que se elevan  en nanosegundos (10-9 s) alcanzando una presión  de 100 MPa y después decrece exponencialmente en 1-5 ms hasta la presión atmosférica pasando por una fase de presión negativa. Estas ondas pueden entrar en el tejido humano e inducir procesos de regeneración y curación. Así,  las ondas de choque no solo reducen el dolor,  si no que  también ayudan a evitar otras formas de tratamiento, incluyendo  cirugía.

Tendones

  • Fascitis plantar
  • Dolor del talón
  • Espolones del talón
  • Sesamoiditis
  • Tendinitis calcificante
  • Tendinitis del manguito de los rotadores
  • Codo de tenista (epicondilitis lateral)
  • Codo de golfista (epicondilitis media)
  • Dolor de cadera (trocanter)
  • Síndrome de la banda iliotibial
  • Tendinitis rotuliana
  • Rodilla de saltador
  • Rodilla de corredor

Huesos

  • Circulación de sangre perturbada (osteonecrosis estadio I+II)
  • Estimulación de consolidación de fracturas de hueso