Antes de que podamos tratar un trastorno del sueño, debemos saber de qué tipo de trastorno se trata y si existen factores causantes y cuáles son. El éxito de un tratamiento se basa en una exploración y entrevista exhaustivas o un diagnóstico previo. Si con ello no se obtuviese un diagnóstico, se debería recurrir a una evaluación en el laboratorio del sueño.
Los primeros registros de las ondas cerebrales, del EEG (electroencéfalograma) en los años 30, han contribuido a que pudiésemos saber más sobre el sueño a finales de los años 80. El análisis del EEG permite observar la actividad del cerebro en tiempo real. Solo de esta manera se pudo demostrar que el sueño es un proceso dinámico, esto es, todo lo contrario a un estado similar a la muerte.
Donde mejor se reflejan los adelantos actuales de la investigación del sueño es en la creación del laboratorio del sueño.
Para el análisis del sueño se registran señales biológicas:
- Ondas cerebrales: EEG (electroencefalograma)
- Movimientos oculares: EOG (electrooculograma)
- Tono muscular: EMG (electromiograma)
En base al trazado de estas ondas se puede encuadrar el sueño en sus diversas fases, que reflejan los diferentes estados fisiológicos. Hoy en día se parte de cinco fases del sueño que aparecen en mayor o menor medida tanto en las personas que duermen bien como en aquellas que sufren trastornos del sueño.
Además, medimos la saturación de oxígeno (pulsoximetría) para diagnosticar un síndrome de apnea del sueño (SAS) o para comprobar la utilidad de una mascarilla respiratoria.
Los EEG con privación del sueño se pueden realizar tras la debida privación en el laboratorio del sueño de esta misma clínica, al igual que la polisomnografía. Para ello, el paciente deberá presentarse con una privación del sueño mínima de siete horas, esto es, permanecer despierto desde las dos de la madrugada y presentarse a las nueve de la mañana sin haber dormido. En esta clínica también se pueden realizar captaciones de vídeo EEG de hasta nueve horas.
En caso de que este método de detección apuntara hacia un trastorno estructural del sueño o respiratorio del sueño, podemos organizar un análisis completo del sueño durante la noche, que llevará a cabo la misma persona que realizó la prueba ambulatoria con privación del sueño. Este método permite emitir un diagnóstico preciso y, posiblemente, recomendar una mascarilla, cuya funcionalidad también se comprobará y ajustará durante la noche con una polisomnografía.
Aquí encontrará en breve dos formularios de autoevaluación que le pueden proporcionar indicios sobre el tipo y la causa del trastorno del sueño.